¿Va a importar un vehículo?

27-02-2020 | Expertos dicen que antes de tomar la decisión es clave asesorarse muy bien. A la hora de venderlo no es tan sencillo.

Con el ánimo de distinguirse, de marcar una diferencia con los demás propietarios de vehículos y con el supuesto ánimo de ahorrarse la utilidad de los importadores oficiales de las marcas, algunos compradores colombianos recurren a la importación directa de coches que no se encuentran en el mercado nacional.Sin embargo, esta práctica que suele ser muy usual, no es para nada recomendable, si se tienen en cuenta las restricciones derivadas de adquirir un auto en un concesionario del exterior, sin contar con el aval del distribuidor local.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que aunque los distribuidores perciben una buena utilidad en la venta, éstos tienen acceso a precios especiales de fábrica por el hecho de ser agentes oficiales y de importar grandes cantidades.

Y aunque tener un coche distinto a los que tienen el resto de los automovilistas resulta una ventaja desde el punto de vista de la personalización, este beneficio se ve minimizado, especialmente, en el momento de venderlo como auto de uso, que es cuando se percibe la gran depreciación que sufren los coches importados directamente por el usuario.

Además, en la mayoría de los casos, quién importa un vehículo sin intermediación del concesionario autorizado, pierde el derecho de la garantía de la fábrica. En el caso de los modelos que no se ven en Colombia, existe el gran inconveniente de no encontrar los repuestos necesarios y la dificultad de hallar un taller de servicio que tenga el software y las herramientas que requieren todos los automotores contemporáneos. Y como si fuera poco, los vehículos importados directamente son rechazados por la mayoría de los concesionarios, en el momento en que deciden darlo como parte de pago para obtener un vehículo nuevo y debidamente agenciado.

Aparte de estos inconvenientes, el importador directo debe pagar un costo de transporte mucho más elevado que el que cancelan los distribuidores de las marcas, que en su mayoría los traen en grandes volúmenes, y en muchos de los casos utilizando los barcos de propiedad de los fabricantes que por obvias razones ofrecen un menor costo en el rubro.

 

Por todas estas razones, expertos sostienen que la importación directa resulta un pésimo negocio para quien pretende ahorrarse unos pesos por andar en un vehículo distinto a los de los demás. Como muchos dicen por estar a la moda.

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