Use bien la bocina del automóvil

23-11-2019 | El mal uso del pito del vehículo genera estrés entre los conductores y peatones. Aprenda a utilizarla de forma moderada y ajustada a la Ley.

De manera jocosa, muchos colombianos definen la palabra instante como: el tiempo transcurrido mientras un semáforo pasa de rojo a verde y el conductor de atrás pita’.


Lamentablemente, esta premisa deja de ser un chiste y se torna cierta en ciudades como Cali, en donde circulan centenares de conductores mal educados, que recurren al pito sin razón alguna, creyendo que con ese ‘acto de magia’ hacen saltar al auto de adelante para darle paso al de ellos.


A decir verdad, esta mala práctica de utilizar la bocina del auto para acosar a otros conductores, intimidar peatones o abrirse paso a la ‘brava’ en el tráfico, entre otros motivos, resulta odiosa, anti cívica e ilegal.


Con respecto a la ley, cabe anotar que el Articulo 104 del Código Nacional de Transito (Ley 769 de 2002) prohíbe de manera expresa el uso del pito en situaciones diferentes a la de una emergencia o accidente inminente.


En este sentido es preciso recordar que este pequeño y útil elemento, patentado por Robert Bosch en 1914 e implementado en los autos 7 años más tarde (1921), fue creado por el genio alemán con el único y exclusivo propósito de evitar accidentes.


Así mismo, hay que tener en cuenta que el medio ambiente se contamina debido al exceso e inadecuada utilización de estos aparatos sonoros.


Por obvias razones, esta contaminación auditiva se convierte en una ‘máquina’ generadora de estrés para los conductores y sus acompañantes, quienes se ven sometidos a escuchar la molesta ‘bulla’ creada por diferentes tonos de pitos sonando a la vez.


Por estos motivos, la utilización indebida de las bocinas automotrices desdice mucho de aquellos conductores que recurren a este elemento de seguridad sin tener en cuenta el menoscabo en la calidad de vida generado a los demás conductores y peatones.


Vale anotar que por no contar con el aislamiento acústico brindado por una carrocería (autos) o casco (motociclistas) los ciudadanos de a pie se ven altamente afectados por el nocivo ruido de las bocinas vehiculares.


Así mismo, cabe indicar que el uso indebido del pito también crea confusión entre los mismos conductores que al escuchar su sonido no pueden determinar si se trata de un caso real de emergencia (una ambulancia, por ejemplo), un peatón mal ubicado en la vía o de un conductor inculto e impaciente que recurre a la bocina sin motivo alguno.


A propósito, es perentorio mencionar que el uso del pito está íntimamente ligado al grado de cultura de los conductores.


De hecho, en Europa, Japón, Corea y Chile, entre otros países, el uso del pito por parte de los conductores es una verdadera excepción, ceñida siempre a un caso de emergencia (peatón distraído, colisión inminente, etc.) y no a la necesidad expresa de un conductor.


Gracias a esta culta actitud frente al volante, en ciudades superpobladas como Tokio, en donde residen más de 35 millones de habitantes (área urbana) y circulan cerca de 6 millones de coches, el sonido de una bocina vehicular es una extraña y justificada excepción.


Por todas estas razones, los conductores caleños que abusan del pito están conminados a revaluar su actitud frente al volante y contribuir con su granito de arena para evitar el ruido y contaminación causados por el mal uso del pito.


Solo así podremos convertir a Cali en esa ciudad amable y cívica que todos añoramos.


Es hora de empezar. 

 

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