Sea un ejemplo al volante

15-07-2014 | La educación vial debería ser una asignatura obligada en los colegios y escuelas del país. Por: Álvaro Mejía G. Especial para El País.

Quienes viajan a Europa y especialmente a Alemania en donde es común ver coches marchando por el carril izquierdo de las famosas Autobahn (nombre de las autopistas germanas) a 300 o más kilómetros por hora con total seguridad, quedan gratamente sorprendidos por la manifiesta cultura al volante de los conductores alemanes que nunca se ven conminados a usar el pito como elemento disuasivo.

Obviamente, al observar esta rareza cualquier ciudadano tercermundista se pregunta qué han hecho los conductores teutones para llegar a este alto grado de cultura frente al volante.

 

La respuesta a este interrogante, no es otra que el buen ejemplo transmitido de padres a hijos durante más de un siglo.

 

Este buen ejemplo que trae como resultado conductores cultos y cumplidores de las normas, incluye prácticas de simple cultura ciudadana como son el ceder la vía, respetar al peatón por encima de todo, usar los carriles adecuadamente y no pitar, entre otras buenas costumbres de escasa práctica en nuestro medio.

 

Al contrario de lo que ocurre en países avanzados como Alemania en donde el buen ejemplo de los padres crea conductores cultos y seguros, en Colombia el ejemplo que reciben los conductores del mañana de sus progenitores es muy distinto y muchas veces nocivo.

 

Lo primero que hace un papá conductor colombiano, es usar el pito para acosar a su familia con el fin de que aborden pronto o para que le abran la puerta del garaje al llegar a casa.

 

Ya iniciada la marcha, el padre que conduce no se percata si sus hijos van debidamente sentados y con el cinturón ajustado correctamente.

 

Además, permite que lleven la cabeza por fuera de la ventanilla y no hace nada para evitar que haya elementos sueltos que puedan resultar peligrosos en caso de una frenada o accidente.

 

Lo peor de todo, es que estos malos ejemplos que van quedando grabados de forma indeleble en el ‘disco duro’ de los infantes que más tarde repetirán lo aprendido en casa, se van aumentando día a día con los malos hábitos de conducción de los padres que no respetan a los peatones, no hacen los pares correctamente, tiran basura por las ventanas y que insultan a los otros conductores por cualquier motivo.

 

Como si fuera poco, muchos padres indolentes les enseñan a sus hijos que la ley del más fuerte es la mejor manera para salir airoso en los trancones y otras circunstancias en donde la cultura al volante resulta definitiva para todos los involucrados.

 

A todo lo anterior, se le suma la indolencia del gobierno que no hace nada para implementar la educación vial como una asignatura obligatoria para los estudiantes nacionales.

 

Por esta razón, el buen ejemplo de los padres al conducir se constituye en el pilar fundamental para contar en el futuro con conductores amables y seguros que reduzcan las altas tasas de accidentabilidad del presente.

 

El mal ejemplo es:

 

Diez ejemplos de lo que no debe aprender un niño de sus padres:

1. Conducir en estado de embriaguez

2. Exceder los límites de velocidad

3. Pasarse semáforos en rojo

4. No ceder la vía

5. Conducir siempre por el carril izquierdo

6. ‘Tirarle’ el auto a los peatones

7. Arrojar basura por las ventanillas

8. Nunca calibrar las llantas

9. No asear el auto

 

10. Llevar objetos sueltos en la cabina

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