Reglas para ser un buen automovilista
Al igual que ocurre con el manejo de cualquier otra máquina, para operar un vehículo de manera eficaz y ante todo segura, es preciso optimizar tanto el uso de esa máquina llamada automóvil, como el esfuerzo físico y mental de quién la maneja.
De acuerdo a lo anterior, para poder ser un buen conductor, en todo el extenso sentido de la palabra, se requiere cumplir a pie de la letra las siguientes reglas:
* Mantener el vehículo en buen estado.
* Conocer las características del vehículo para aprovechar sus condiciones mecánicas y economizar combustible.
* Concentrase por completo en la conducción, sin pensar, ni hacer nada distinto a guiar el auto.
* Adoptar una posición de conducción que le permita realizar movimientos rápidos, seguros y precisos con el mínimo esfuerzo posible.
* Conocer y cumplir al dedillo las normas de tránsito.
* Llevar el cinturón puesto y hacer que los pasajeros lo usen.
* Mirar lo más lejos posible para detectar a tiempo los obstáculos (buses detenidos, huecos, peatones, semáforos, ciclistas, etc.) y poder ‘leer’ el tráfico con suficiente antelación.
* Ajustar los espejos para cubrir la mayor área posible sin dejar puntos ciegos.
* Tratar a los peatones como los ‘reyes’ de la vía que son.
* No llevar en el asiento delantero niños con talla inferior a los 1.30 de altura, sin importar su edad.
* Ser cortes al volante.
* No pitar
* No arrojar basura a la calle.
* Estar atento en los semáforos teniendo el coche listo para arrancar sin pérdida de tiempo.
* Usar los carriles de acuerdo al mandato de Ley. Recuerde que el carril izquierdo sólo debe ser usado para realizar sobrepasos.
* Marchar a buena velocidad, sin exceder los límites permitidos y sin comprometer la seguridad.
* Ceder la vía a otros automovilistas.
* Usar vías alternas para evitar trancones y ganar tiempo.
* Usar las direccionales con anticipación (30 metros o más antes de doblar) para anunciar las intenciones de virar.
* Evitar a toda costa ese mal llamado ‘rabia al volante’ que no hace otra cosa que generar accidentes y estrés perfectamente evitables.
* Usar el sentido común que en la conducción se llama ‘inteligencia vial’.
Como se puede apreciar, estas sencillas reglas son fáciles de cumplir para cualquier conductor y por esta razón no existe excusa alguna para no acatarlas y colaborar así con la movilidad y amabilidad del tráfico que se traducen en una buena calidad de vida para todos.