No compre sin probar, utilice el test drive

09-11-2019 | Las pruebas de manejo permiten constatar las diferencias entre marcas y modelos.

Hace una década o más, los compradores de vehículos en Colombia tenían que tomar la decisión de compra de un auto a ‘ojos cerrados’, teniendo como única referencia el testimonio de un amigo, la ‘carreta’ del vendedor, escuetos datos de una ficha técnica o una reseña de prensa.

 

Hoy día las cosas son muy distintas, gracias a las pruebas de conducción, conocidas universalmente por su nombre en inglés Test Drive, que les permiten a los prospectos compradores sentarse frente al volante de cada uno de los modelos al alcance de su bolsillo y seleccionar de forma objetiva el de su mayor conveniencia.

 

Sin embargo, es preciso aclarar que al igual que ocurre con otras herramientas de uso común, un test drive puede ser utilizado de manera adecuada para ‘testear’ a fondo el auto y compararlo con los de la competencia o de manera errónea, limitándose a dar un simple paseo que no deja conclusión alguna.

 

La gran diferencia entre estas dos posibilidades radica en la forma cómo se lleva a cabo la prueba de manejo.

 

De acuerdo con lo anterior, lo recomendado para sacarle el máximo jugo posible a un test drive es salir del concesionario a baja velocidad para ‘conocer’ el auto antes de exprimirlo a fondo y saber de ‘qué está hecho’.

 

Ya conocidas las reacciones del coche, se debe utilizar una vía que ofrezca las condiciones de seguridad necesarias para acelerar a fondo y ‘palpar’ la respuesta motriz, que debe satisfacer el gusto particular de cada conductor, ya que este parámetro es muy personal y varía radicalmente de una persona a otra.

 

Una vez probada la aceleración, se debe poner a prueba la estabilidad del coche, tomando una curva a buena velocidad y teniendo en cuenta las habilidades y límites de cada conductor para no comprometer la seguridad de los ocupantes.

 

Este examen resulta más que definitivo para establecer si el auto en ciernes brinda la estabilidad y control vehicular requerido para enfrentar con seguridad las sinuosas carreteras y peculiares condiciones del tráfico citadino en Colombia.

 

De otra parte, está la prueba de zigzag continuo durante 40 o 50 metros a una velocidad de 60 kms, como mínimo. Esta demandante prueba, que resulta infalible para conocer cómo reacciona el auto ante una situación de peligro como la repentina aparición de un niño detrás de un balón o de un camión invadiendo carril, por ejemplo, es de alta exigencia y, por lo tanto, solo puede ser realizada por conductores con amplia experiencia, buen nivel de conducción y un poco de sangre fría.

 

Aclarado lo anterior, es hora de exigir el sistema de frenos a fondo. Para ello es necesario escoger un sitio de poco tráfico y ‘barrer’ los espejos para cerciorarse de no ofrecer peligro al tráfico posterior en el momento de frenar.

 

Una vez constatadas las condiciones de seguridad, se debe ejercer la máxima presión sobre el pedal del freno para conocer la vital distancia de frenado y reacciones del auto ante una parada de emergencia.

 

Por último, se debe aprovechar una vía destapada o calle con huecos (abundan en las ciudades colombianas) para saber si el auto ofrece un buen aislamiento acústico y la suavidad de marcha requerida para brindar confort a los ocupantes.

 

Siguiendo estas sencillas recomendaciones usted podrá tomar una fácil y objetiva decisión de compra y adquirir el auto de acuerdo con su ‘horma’ y conveniencia.

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