Mujeres, aprendan a cambiar las llantas
Estas herramientas no deben faltar para realizar el cambio:
1. Una cruceta para aflojar y ajustar las tuercas que unen la llanta al rin.
2. Un gato, preferible de tipo botella o zorra para hacer el trabajo más fácil y seguro.
3. Dos tacos pequeños de madera o plásticos.
4. Dos triángulos de seguridad de buen tamaño con material reflexivo para alertar el tráfico en la vía donde se ha detenido.
5. Un par de guantes de cuero delgado o lana serán bastante útil, además, unos pañitos húmedos.
Ahora, a trabajar!
1. Detenga el carro en el costado derecho de la vía.
2. Apague el motor y ajuste la palanca de cambios en primera o reversa para asegurarlo. En el caso de un vehículo con caja de cambios automática ponga la palanca en la posición P (Park)
3. Coloque el freno de mano o de estacionamiento.
4. Encienda las luces de estacionamiento no importa la hora o si es de día.
5. Salga del vehículo fijándose que no corre peligro por el paso de otros automóviles.
6. Ponga los tacos, uno en la parte delantera de una llanta y el otro en la parte trasera de la otra llanta, con el fin de evitar que se mueva el vehículo al levantarlo.
7. Ubique los triángulos de seguridad a unos 50 metros atrás del vehículo, para alertar a los demás conductores sobre su presencia en la vía.
8. Saque la cruceta y afloje los pernos (tuercas) sin quitarlos por completo.
9. Instale el gato, ojalá en la parte inferior de la suspensión y no en la carrocería, así necesitará levantar menos el vehículo al momento de quitar la llanta pinchada y poner la de repuesto. Si utiliza el gato original del vehículo, únicamente póngalo en los lugares específicos para este fin y cerciórese que ha quedado bien puesto.
10. Una vez el vehículo esté levantado, quite los pernos o tuercas y retire la llanta.
11. Monte la llanta de repuesto y ponga los pernos ubicados en los puntos extremos; luego ajústelos gradualmente con la cruceta.
12. Baje el gato suavemente y ajuste con fuerza los pernos.
13. Recoja todos los elementos utilizados y ubíquelos en el baúl.