La tecnología en los vehículos baja niveles de estrés de los conductores
De acuerdo a un minucioso estudio realizado por la marca americana Ford en asocio con el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quedó demostrado que los nuevos sistemas electrónicos destinados a aumentar la seguridad y el confort a bordo de los vehículos, no sólo cumplen dichas funciones, sino que también reducen el estrés y la fatiga propios de la conducción.
Por obvias razones, la disminución en los niveles de fatiga por parte de los automovilistas, contribuye de manera importante a la reducción de los accidentes causados por personas que guían un auto mientras son presas de ese enemigo llamado estrés que nubla la razón e impide la total concentración al conducir.
Durante la dedicada investigación que duro nueve meses, se monitorearon de manera continua los cambios fisiológicos manifestados en los latidos del corazón de un total de 42 conductores con edades entre los 20 y 60 años que fueron la muestra de esta investigación.
Entre los hallazgos del estudio develados el pasado diciembre, figura la marcada disminución en los latidos del corazón de aquellos conductores que utilizan las ayudas electrónicas correctamente.
Quienes utilizaron el sistema de asistencia de parqueo durante las pruebas, por ejemplo, mostraron una disminución de hasta 12 pulsaciones por minuto con respecto a los que no disponían de esta ayuda electrónica.
La razón de esta disminución en el esfuerzo coronario, parece estar dada por la seguridad y tranquilidad que sienten los conductores al saber que tienen a disposición sistemas como el asistente de parqueo, cámara trasera, frenos con ayudas de ABS y EBD que garantizan frenadas optimas en toda clase de circunstancias, el ESP que evita derrapes inesperados y el mismo sistema MyFord Touch creado recientemente por la firma americana para evitar la distracción y hacer más fácil la conducción.
Y al igual que ocurre con muchas otras herramientas, el estudio mostró que cuando estas ayudas electrónicas se sobre emplean o se hace mal uso de ellas, se convierten en enemigos de los conductores al multiplicar el estrés al volante.
Como ejemplos, tenemos el uso del sistema de audio a niveles de volumen exagerados o distraerse con los navegadores.