La refrigeración, tarea vital para el motor

02-06-2016 | Las bajas y altas temperaturas afectan la vida útil del motor. Mantenga el sistema en perfecto estado.

Para entender la importante función que cumple el sistema de refrigeración del motor en cualquier vehículo, basta con mencionar que es el encargado de disipar las altas temperaturas generadas en el momento de la explosión de la mezcla aire-combustible cuando las cámaras de combustión del motor alcanzan temperaturas superiores a los 800 grados centígrados.Si no fuera por el sistema de refrigeración que absorbe tan excesivo calor, las piezas internas de la máquina (pistones, anillos, bielas, etc.) se derretirían como mantequilla y arruinarían el motor para siempre.

Para cumplir con esta ardua faena, el sistema de refrigeración cuenta con una serie de elementos ‘asociados’ que aportan su trabajo individual para mantener la temperatura del motor en su zona de ‘confort’ que por regla general está entre los 85 y los 95 grados centígrados.

A propósito de lo anterior, hay que destacar que una temperatura estable se traduce en larga vida útil para el motor, menos consumo de combustible, no visitas al taller y en tranquilidad para el propietario, especialmente.

Hablando ya de las partes que conforman un sistema de refrigeración automotriz, mencionamos las principales que son: El radiador, las mangueras, el ventilador (mecánico u eléctrico), la bomba, termostato, depósito de líquido y el mismo líquido refrigerante que en nuestro medio es el agua.

Cómo funciona

El radiador que va al frente del coche recibe aire de la atmósfera que es inhalado por el ventilador para forzar su entrada hacia el panal por el que circula el líquido refrigerante que llega caliente del motor y se enfría en el radiador por simple intercambio de temperaturas.

Antes de continuar, es preciso anotar que entre mayor sea el flujo de aire, mejor será el intercambio de calor en el sistema de refrigeración.

De acuerdo a lo anterior, cuando un auto se recalienta en un trancón o en una subida a paso lento, lo ideal es llevarlo a altas velocidades (en cambios bajos) y no despacio ya que se disminuye el flujo de aire fresco.

Siguiendo el proceso y ya con el líquido refrigerado en el radiador, la bomba se encarga de iniciar un nuevo ciclo al introducirlo de nuevo a las distintas partes calientes del motor utilizando las mangueras especialmente diseñadas para resistir la alta presión del sistema y el intenso calor, brindando a la vez la flexibilidad requerida para acompañar los movimientos del vehículo. Por último, reseñamos el termostato que se encarga de algo tan importante como es regular la temperatura interna del motor actuando a manera de llave que cierra el flujo del líquido en el sistema para que el motor se caliente más rápidamente cuando esta frío. 

Mantenimiento

Revise periódicamente el estado y la tensión de las correas. Con el motor frío, verifique semanalmente el nivel del líquido refrigerante. Reemplace el líquido cada año como máximo.

Cerciórese de que las mangueras estén en buenas condiciones y sin fugas. Ajuste las abrazaderas. Para evitar varadas, cambie las mangueras cada 60.000 kilómetros, como promedio general.

Recuerde que los recalenta- mientos del motor reducen la vida útil de las mangueras y del sistema de refigeración automotriz en general.

  • Comparte este artículo por: