El diseño de automóviles, todo un arte
El llamado diseño automovilístico o de automoción, que incluye autos, motos, camiones y buses, es una profesión derivada del diseño industrial en la que se involucran habilidades que van más allá que la de ser un buen dibujante.
Esto debido a que el dibujo, como tal, es un arte que permite expresar una idea o concepto, mientras el diseño de vehículos involucra las palabras creación y estilo, que son determinantes para el éxito comercial de cualquier modelo de coche.
Vale recordar que el diseño no fue un concepto importante para la industria automotriz hasta 1924 cuando Alfred P. Sloan Jr, diseñador de GM, creó la ‘Obsolecencia prevista’, que llevó a las marcas a realizar un cambio radical de diseño de las distintas versiones cada 4 años.
A partir de ese momento, se inicia la sana competencia de diseño entre los actores de la industria automotriz, que ha dejado como beneficiarios a millones de compradores de automóviles, quienes eligen sus autos bajo la vieja y conocida premisa de que las cosas “entran por los ojos”.
Un poco más tarde y ya en los años 50 aparece ese genio americano del diseño llamado Harley Earl (1893 –1969), un ingeniero y diseñador industrial norteamericano, quien implementó las aletas y otros elementos de uso aeronáutico inéditos hasta ese entonces en la industria automotriz.
A partir de allí, el mundo ha visto desfilar decenas de artistas del diseño de automoción, como el italiano Giorgetto Giugiaro ‘padre’ de más de 300 modelos de Ferrari, Maserati, Alfa Romeo, Fiat, BMW, VW y Audi, entre otras marcas y catalogado como el mejor diseñador del siglo pasado.
De igual manera, y aunque el listado de prestigiosos diseñadores de autos es extenso, mencionamos a Battista ‘Pinin’ Farina (1893-1966), creador de la casa italiana de diseño Pininfarina y de dos de moda como Laurens Van Den Acker, diseñador de Renault, Dacia, Samsung y Alpine y Peter Schreyer, creador del Audi TT y Vicepresidente de diseño de las coreanas Hyundai y Kia.
Hablando del proceso de diseño es preciso anotar que la brecha tecnológica entre los profesionales de antaño y los de ahora, que cuentan con avanzadas herramientas, se traduce en un menor tiempo en diseño, desarrollo y construcción de autos.
Para los primeros bocetos los diseñadores de hoy siguen recurriendo al papel, lápiz y arcilla, que eran las únicas herramientas a disposición de los antiguos diseñadores, pero para los procesos subsiguientes usan avanzados ordenadores con costosos software. Disponen también de modernos túneles de viento, en donde pasan días dedicados a desarrollar las aerodinámicas carrocerías, que ahora son estables y seguras a cualquier velocidad y en toda clase de condiciones atmosféricas.
De todas maneras, los diseñadores de hoy siguen cumpliendo los mismos procedimientos de siempre, pero reduciendo el tiempo de entrega del diseño final, que hace 50 años podía tardar 10 veces más que ahora.
Todo lo anterior lleva a concluir, que además de tener un perfecto sentido de la estética, un buen diseñador de autos debe poseer aptitudes especiales y manejar conceptos de vital importancia, como el manejo de proporciones, volúmenes, formas y superficies. Además debe dominar las tecnologías actuales, moda, tendencias del mercado, ergonomía y otros parámetros definitivos para poder plasmar y exponer su idea de un nuevo modelo y garantizar su permanencia en el mercado.
De otra manera, el diseño de automóviles sería una ‘ruleta rusa’ en la que los diseñadores tendrían dos opciones: salvarse esculpiendo una exitosa versión o morir disparándose el único tiro del tambor, o sea un modelo fracaso, que conlleva para la marca pérdida de dinero y prestigio.
No podemos terminar sin recordar que los avanzados ordenadores, software especializados y otras herramientas jamás podrán reemplazar el talento de los diseñadores y los conceptos guardados en sus mentes. Aplausos para estos artistas.
