Cuide el sistema sanguíneo de su carro
Por la función que cumple para el funcionamiento del motor, el sistema de lubricación siempre ha sido comparado con el sistema sanguíneo de los humanos.
Por eso, el servicio de cambio de aceite que ocupa el segundo lugar en frecuencia después del llenado de combustible, es el más importante de todos los que se le realizan al motor de cualquier carro.
Conozca la función que cumple cada una de las partes.
Aceite. Refresca la máquina y mantiene la temperatura ideal de funcionamiento. Los aceites de tipo natural utilizados para refrigerar los motores en general, son en su mayoría fabricados a partir de un proceso de destilación del petróleo.
Entre las muchas ventajas del aceite está la de conseguir hasta un 3% de ahorro de combustible.
Filtro. Ese pequeño elemento de forma cilíndrica que se reemplaza en cada cambio de aceite, cumple la misma función que el hígado de una persona. Es decir, limpia las impurezas de la sangre que en este caso es el aceite.
El filtro cumple la noble tarea de no dejar pasar al sistema de lubricación todas aquellas partículas que por su tamaño o composición puedan afectar el normal funcionamiento de la planta motriz.
Bomba. Esta pieza oculta en el motor realiza una faena de primer orden en la lubricación de un motor.
Su función es la de succionar el aceite y trasladarlo a presión a todas y cada una de las partes de la máquina.
Depósito. El tanque donde se mantiene el aceite que cae por efecto de la gravedad después de cumplir su recorrido, es popularmente conocido como cárter, su nombre en inglés.
Normalmente, esta ubicado en la parte inferior del motor y es fabricado en materiales de alta resistencia y muy buena conducción de calor, a fin de garantizar una óptima refrigeración del aceite.
Conductos. Los últimos, pero no menos importantes elementos del sistema de lubricación, son los ductos que llevan la ‘sangre’ a todas las partes móviles y en general, a todos los rincones de un motor.
Estos ductos, pueden ser mangueras o tubos que de manera combinada se encargan de irrigar permanentemente con aceite todos los músculos y nervios de la máquina.