Condución de motos en piso húmedo
Tenga en cuentas estas recomendaciones cuando salga en condiciones de lluvia.
1. Vista prendas impermeables, guantes y un buen casco con visera protectora.
De esta forma, el piloto se podrá concentrar 100% en la conducción y no en tener los pies levantados y evitar el frío y las gotas de lluvia que se tornan en agujas cuando golpean la cara al marchar por encima de los 40 kms/hora.
2. Es perentorio que el labrado de las llantas este en buenas condiciones para evitar el peligroso efecto denominado ‘acquaplanning’ que se presenta cuando el labrado de la llanta es insuficiente para evacuar el agua que se encuentra entre la llanta y el pavimento.
3. Aunque nunca se debe perder el respeto hacia una moto, si es necesario perder el miedo en la conducción en mojado ya que un piloto ‘engarrotado’ es muy susceptible a sufrir una caída.
4. Como regla de oro se deben evitar a toda costa los movimientos bruscos en curvas y maniobras audaces incluso en las rectas.
Por esta razón es obligatorio reducir considerablemente la velocidad con respecto a la marcha en seco y planificar con mayor anticipación las distintas maniobras como son el frenado, tomar curvas, cruzar intersecciones y los cambios de carril que requieren más tiempo del empleado en condiciones de climatológicas normales.
5. La distancia de frenado en condiciones húmedas se multiplica y por eso es obligatorio duplicar la distancia que se conserva en seco con respecto al vehículo que marcha adelante.
6. Por obvias razones, las frenadas en pavimento mojado se deben realizar con mayor tacto y suavidad que en seco. Y como en agua no se debe ejercer mucha fuerza sobre el freno delantero, es preciso aumentar un tanto la presión del freno trasero para balancear la moto.
7. Recuerde que la frenada en lluvia es altamente peligrosa y exige mayor distancia de frenado y mayor suavidad al aplicar los frenos.
8. Para evitar accidentes o sustos innecesarios por falta de adherencia de las llantas, en lo posible se debe evadir la marcha sobre las rayas de pintura (cebras, divisiones viales, etc) y también sobre elementos metálicos como son las tapas y rejillas de alcantarilla y las dilataciones de los puentes, por ejemplo, que se tornan altamente deslizantes cuando se cubren con agua.
La suavidad al conducir será un argumento a su favor. Aceleraciones bruscas, frenazos fuertes o trazadas demasiado agresivas lograrán que se rompa fácilmente el agarre entre nuestros neumáticos y el asfalto.