Cinco revisiones clave para evitar daños en su vehículo

El aceite, los frenos, las llantas, la batería y los filtros se deben revisar periódicamente para evitar daños irreparables en su vehículo. Aunque estos elementos hacen parte del mantenimiento preventivo que debe hacerse constantemente, es importante que las personas lo tengan en cuenta.
1- Aceite: es importante destacar que el cambio de aceite del motor debe realizarse entre los 3.000 y 5.000 kilómetros, según el fabricante de su vehículo. Este elemento lubrica las partes del motor, reduce la fricción y ayuda a enfriar el motor. Una consecuencia de no cambiarlo cuando se debe, es que puede generar sobrecalentamiento del motor, taponamiento de filtros y daños irreversibles.
2- Llantas: generan adherencia y estabilidad al conducir. También se debe verificar la presión del aire cuando el carro no esté en movimiento, preferiblemente antes de empezar cualquier trayecto. Cuando estas cumplen con su trabajo, ahorran combustible y se retrasa el desgaste. De lo contrario, podrían generar pérdida de control en el volante, riesgo de pinchazos y accidentes.
3- Frenos: son aquellos elementos que garantizan la seguridad y la estabilidad del vehículo, en ese sentido, su mantenimiento se basa en revisar las pastillas y los discos: verificando su desgaste y estado. También inspeccionando el líquido de frenos para comprobar la calidad y el nivel en el que están. Asimismo, se aconseja la revisión del sistema hidráulico para buscar fugas en mangueras. No chequearlo con constancia puede generar accidentes.
4- Batería: proporciona energía para el arranque del motor y otros sistemas eléctricos. De no estar pendiente de su funcionamiento, el vehículo podría presentar dificultad para arrancar y con esto problemas del sistema eléctrico. Un consejo que ayudará a cuidar la batería es evitar someter el vehículo a temperaturas extremas.
5- Filtros: el filtro de aire por ejemplo, purifica el ambiente que entra al motor, el filtro del aceite retiene las impurezas y el filtro de la cabina purifica el aire del interior. No cambiar los filtros a tiempo genera mayor desgaste del motor, contaminación del ambiente interior y menor rendimiento en el motor.
Estos cinco elementos son claves para el mantenimiento de un vehículo que no solo prolonga la vida útil, sino que también garantiza una conducción más segura.