Cali impulsa su transformación con movilidad eléctrica

La movilidad eléctrica se está consolidando como uno de los pilares del desarrollo urbano y económico de Cali y del Valle del Cauca. Durante el primer trimestre de 2025, la región registró un crecimiento del 487 % en las matrículas de vehículos eléctricos respecto al mismo periodo de 2024, posicionándose como la tercera del país en este segmento. Este fenómeno refleja no solo una tendencia de consumo sino también una evolución cultural marcada por la conciencia ambiental y la apuesta por tecnologías limpias.
A nivel nacional, las cifras también son alentadoras: se matricularon 3466 vehículos eléctricos en Colombia entre enero y marzo de 2025, lo que representa un incremento del 247 % frente al año anterior. En el caso de los híbridos, se registraron 11.464 unidades, un crecimiento del 38,2 %. Estos datos muestran que la movilidad sostenible ya no es una promesa, sino una realidad que avanza con paso firme en todo el país.
En Cali, los registros muestran un comportamiento destacado. Se matricularon 262 vehículos eléctricos y 921 híbridos en el primer trimestre, lo que representa crecimientos del 482 % y 52 %, respectivamente. Esta dinámica convierte a la ciudad en un punto neurálgico de la transformación del sector automotor.
Entre los factores que impulsan este cambio se encuentran las políticas públicas de incentivo, la concienciación ciudadana y la sinergia entre el sector privado y las instituciones. Ocho de las diez marcas líderes en movilidad sostenible están asociadas a gremios que promueven la innovación y la estructura del mercado, como BYD, Kia y Volvo.
Desde la Secretaría de Desarrollo Económico de Cali se han puesto en marcha iniciativas para integrar a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) a las cadenas de valor del sector energético y automotor. Programas como Conexiones de Valor Empresarial, en colaboración con la ONUDI y el Ministerio de Comercio, buscan fortalecer la infraestructura y el tejido empresarial local. Más de 30 empresas caleñas ya participan activamente en estas estrategias.
Sin embargo, el camino hacia una movilidad 100 % sostenible enfrenta desafíos importantes. La ciudad necesita avanzar en aspectos clave como el fortalecimiento del transporte público, la ampliación de la red de carga eléctrica, la educación sobre nuevas tecnologías y la coordinación institucional para asegurar financiación.
El modelo urbano también requiere ajustes. Cali debe apostar por un desarrollo más compacto y menos dependiente del vehículo privado. La estrategia de movilidad conocida como “evitar, cambiar y mejorar”, adoptada en ciudades europeas, podría servir de guía para transformar la estructura urbana y reducir la contaminación y la congestión.
A pesar de los obstáculos, el impulso hacia una movilidad más limpia está generando oportunidades económicas. La baja en los costes de propiedad de los vehículos eléctricos e híbridos, sumada a los beneficios tributarios y exenciones del pico y placa, está acelerando el cambio. Además, la población joven muestra una creciente preferencia por estos modelos, anticipando un relevo generacional en los hábitos de movilidad.
Con referentes como Noruega, Santiago de Chile o Medellín, Cali tiene el potencial para convertirse en líder regional en movilidad eléctrica. Esta transformación no solo busca beneficios medioambientales, sino también dinamizar la industria, atraer inversiones y mejorar la calidad de vida urbana.
La movilidad eléctrica ya no es una opción de futuro: es el presente en Cali, y con el apoyo adecuado, puede marcar el camino hacia una ciudad más moderna, conectada y sostenible.