Auto de segunda, pintura revisada
07-07-2018 |
El chequeo de la pintura es definitivo para tomar la decisión de compra de un usado.
Es importante tener en cuenta todos los detalles para adquirir un vehículo de segunda mano. Entre los exámenes más importantes se encuentra el peritaje, que resulta obligatorio para realizar una compra objetiva.
Todos los exámenes son determinantes para elegir o descartar un coche usado y una de las pruebas definitivas es la de la pintura de carrocería.
Este examen, que no se puede omitir aunque el auto de segunda luzca como nuevo en su aspecto exterior, permite conocer si la pintura del coche es la original o si ha sufrido golpes fuertes, abolladuras u otros daños de lámina mal reparados, que desvalorizan cualquier vehículo.
Para realizar este importante análisis los especialistas utilizan un micrómetro, diseñado para medir con total exactitud el espesor de las capas de pintura de un auto.
Gracias a estos micrómetros en forma de lapicero, que pueden ser digitales o análogos (imán), se puede saber con certeza si el grosor de la pintura está dentro del rango de la aplicada en fábrica o si la pieza fue mal reparada después de sufrir un impacto.
Vale mencionar que por razones del tamaño de los micrómetros y tiempo requerido, el análisis de pintura se realiza sobre unas pocas zonas y no sobre el área total de la pieza examinada.
En el caso de una puerta, por ejemplo, se mide el espesor de la parte superior, central y baja del respectivo panel.
Una vez conocido el espesor de estas tres partes, los especialistas suman el valor en micrones encontrados en cada una y los promedian para determinar si la pintura de puerta pasa esta importante prueba.
Hablando de golpes vale anotar que los compradores de auto usados deben descartar aquellos autos a los que se les encuentran piezas vitales repintadas, como parales, piso y techo, entre otras partes de carrocería, que revelan impactos de alta energía que afectan la estructura del auto y por ende su valor.