El tablero de instrumentos, fiel ‘escudero’

15-12-2018 | El continuo monitoreo del panel de control evita varadas y costosas reparaciones.

 

Cuando el conductor de un coche moderno se sienta frente al volante y da vuelta a la llave para poner en marcha el motor aparecen frente a él una cantidad de luces, símbolos, letras y medidores de desconocido significado para muchos propietarios de automóviles.

 

Vale anotar que este desconocimiento se debe, antes que nada, a una mala entrega del vehículo por parte de los vendedores, quienes omiten enseñarle al comprador de un auto de estreno la información pertinente al significado y función de cada testigo y aguja del tablero en particular.

 

Ya hablando de las loables funciones del tablero de instrumentos, lo primero a mencionar es que estas vienen divididas en dos grupos distintos que denominaremos indicadores y testigos.

 

Con respecto a los indicadores es preciso mencionar, que a excepción de unos pocos modelos de alta gama dotados con paneles de instrumentos digitales, la gran mayoría de los coches contemporáneos viene de fábrica con clúster de instrumentos de tipo análogo (agujas).

 

A propósito de lo anterior, hacemos un paréntesis para destacar que los instrumentos análogos, creados hace más de cien años, han probado ser mucho más eficientes y rápidos de leer que sus modernos congéneres de tipo digital.

 

De igual forma, vale aclarar que los instrumentos con agujas o indicadores similares (barras, etc.) son por norma general los más importantes y por lo tanto, se deben monitorear de forma permanente.

 

Entre estos indicadores análogos de obligatorio y continuo chequeo hay cuatro que resultan comunes a todos los autos modernos y son: velocímetro, tacómetro, termómetro de temperatura y el infaltable medidor de gasolina.

 

Como ya lo dijimos, el continuo control de cada uno de estos 4 instrumentos debe ser un hábito para los conductores, ya que el primero de ellos (velocímetro) enseña la velocidad de marcha para conducir de forma segura y no sobrepasar los límites y el segundo (tacómetro) muestra las revoluciones del motor (rpm), con el fin de utilizar el motor de manera eficiente y ahorrar combustible.

 

En lo que atañe al necesario indicador de temperatura basta con decir que no es otra cosa que un termómetro en el que se puede conocer si la planta motriz está trabajando en su temperatura ideal (90°C por norma general) o si tiene ‘fiebre’.

 

En este último caso (alta temperatura) lo recomendado, para no arruinar el motor o costosas partes vitales de este, es detener la marcha, buscar la causa del recalentamiento y reparar el daño, si es posible.

 

Por último, figura el fiel medidor de gasolina o diésel, que le permite al conductor establecer, de manera muy aproximada, la autonomía de viaje y determinar si alcanza a llegar al destino o si es preciso hacer una parada en ‘pits’ para repostar combustible.

 

De otra parte, están los llamados testigos complementarios de los indicadores o medidores de aguja, que son todas aquellas luces, siglas y señales que aparecen en el momento en que se ‘abre’ el switch de encendido del vehículo y se ocultan al encender el motor.

 

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